Estar
entre las mejores incubadoras a nivel mundial de acuerdo al Ranking UBI Index,
ser una de las 16 incubadoras de Alto Impacto del INADEM, y haber atendido a
poco más de 750 empresas, son algunos de los logros de la Incubadora del
Tecnológico de Monterrey en Guadalajara.
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La Incubadora del Tecnológico de Monterrey en Guadalajara celebró 10
años de vida en los que ha apoyado a alrededor de 750 empresas de las que aún
operan el 70 por ciento. Esta incubadora está entre las mejores a nivel mundial
de acuerdo al Ranking UBI Index, y es una de las 16 de Alto Impacto del INADEM.
Así lo informó su director, José Enrique Alba Escamilla, quien recordó
que en el primer año de operaciones se atendieron a 13 empresas. Entonces el
modelo de incubación consistía en tres pasos: pre-incubación, incubación y post-
incubación. En la primera fase se buscaba hacer el plan de negocios, en la
segunda ejecutar el plan y en la tercera vender y operar.
La Incubadora se clasificaba como de Alta
tecnología y de Tecnología intermedia y atendía empresas de varios giros, sobre
todo alimentos, servicios, producción de bienes y servicios, tecnología en software y biotecnología, pero siempre
alineados con el desarrollo de la región.
La
evolución
En los últimos años la Incubadora evolucionó y
el modelo cambió. Se trasladó a generar empresas de alto impacto y Start Ups bajo la metodología Lean Start Up que ayuda a que el proceso
de creación de la empresa necesite menos planeación y más ejecución.
El modelo Lean
Start Up se enfoca en fallar rápido para conseguir el éxito más
rápidamente. José Enrique Alba explicó que se trata que los emprendedores
encuentren las ventas y atracción con el mercado lo antes posible para que en
el proceso se den cuenta de las cosas que tienen mal en sus respectivas
empresas y las mejoren rápidamente.
Agregó que “a los incubados también les
brindamos una serie de herramientas que les ayudan a que no inviertan tantos
recursos a la hora de empezar sus empresas”.
El modelo cuenta con mentores que les dan
seguimiento semanal, módulos que les brindan las herramientas que necesitan en
el proceso, expertos consultores y asesores que les dan consultoría en las
áreas menos desarrolladas, espacio de oficina y además apoyo de organismos como
el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) y la Secretaria de Desarrollo
Económico (SEDECO).
Acompañar
para la sobrevivencia
Para el titular de la Incubadora, el proceso de
emprender no es fácil, y reconoció que un momento común entre los emprendedores
es llegar al “valle de la muerte”: “En este momento la diferencia de la
Incubadora es fundamental al preparar, apoyar y proteger al incubado en su
inicio y durante esta etapa”.
Dijo que la sobrevivencia de una empresa que
tiene el apoyo de una incubadora es del 70 al 80 por ciento a los tres años de
generado el negocio, mientras que los que viven sin este respaldo es del 30 o
40 por ciento.
Actualmente la Incubadora atiende unas 30
empresas al semestre y cada seis meses lanza su convocatoria para apoyar nuevas
empresas. Llegan alrededor de 140 solicitudes semestrales.
Para ser parte de la Incubadora se requiere -afirma su director-: tener ganas,
querer emprender, tiempo y disposición, pasar los dos filtros que son un
cuestionario y una entrevista y ser concurrente para recibir apoyo de gobierno
para el proceso de incubación -que tiene un costo de 80 mil pesos, 25 mil pesos
que son erogados por la empresa y el resto que es financiado por el gobierno
federal y estatal.
Por supuesto, los emprendedores también se
deben de comprometer a firmar un contrato compromiso de entrega de RFC del año,
cuatro contratos de empleo y ventas.
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Referencia
INSTITUCIÓN. NEGOCIOS. AGENCIA INFORMATIVA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY. TANSANIA
LEÓN. 6.06.2014
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