Crear objetos plásticos de
fuentes renovables no alimenticias fue la meta original de Scott Munguía,
alumno del Tecnológico de Monterrey, quien con su investigación logró aislar un
polímero a partir de las semillas de aguacate. Este descubrimiento lo llevó a
emprender la aventura empresarial Biofase y a ser reconocido como uno de los
innovadores mexicanos menores de 35 años por MIT Technology Review.
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Producir artículos bioplásticos, sostenibles a partir de una fuente
natural abundante que no tenga otros usos y que contribuya con el desarrollo de
la sociedad fue el reto que se llevó al laboratorio Scott Munguía, quien cursa
la carrera de Ingeniero Químico Administrador (IQA) en el Tecnológico de Monterrey, su respuesta
llegó con la semilla del aguacate.
La investigación que realizó con sus compañeros Mauricio Valdés,
Carolina Cavazos, Everardo Padilla y Juan A. Osorio, alumnos del Tecnológico de
Monterrey en el Campus Monterrey, les permitió sacar un fruto distinto a la
semilla de aguacate, al asilar un monómero que se polimeriza para generar un
plástico completamente verde y sustentable, desarrolló para ello un proceso
industrial viable y patentó sus descubrimientos.
México es el mayor productor de aguacate en el mundo. Cada año produce
más de un millón de toneladas, con una fracción importante de esta cantidad
destinada a alimentos procesados como el guacamole, lo que deja cerca de 4 mil
700 toneladas de semillas desechadas cada mes, lo cual es suficiente para
satisfacer hasta 10 veces la demanda de bioplásticos del país, asegura Munguía.
En 2012 decidió capitalizar este conocimiento y creó la empresa Biofase, emprendimiento que ha recibido
reconocimientos como el Premio FRISA al Mérito Emprendedor en 2012, el Premio de la
Idea a la Acción de la Red Emprendia ese mismo año y este mes Scott Munguía, líder
de la empresa fue nombrado uno de los Innovadores mexicanos menores de 35 años por MIT Technology Review.
“En Biofase nos dedicamos al desarrollo de bioresinas, bioplásticos o
biopolímeros –se les conoce de las tres maneras- y trata de resolver un
problema importante que existe en no sólo en México sino en todo el mundo que
es la contaminación generada por los plásticos derivados del petróleo. Nosotros
generamos una nueva alternativa para poder resolver esto”, explica Munguía.
Su proceso permite que las bioresinas tengan un menú de aplicaciones que
van desde bolsas delgadas hasta elementos sólidos como envases o cubiertos.
Biofase vende la resina termoplástica a otras empresas para que la procesen y
comercialicen.
Con una producción estimada de 50 toneladas mensuales durante este año,
el alumno de Campus Monterrey tiene como meta triplicar esta cifra en 2015 e
incorporar nuevos productos. En entrevista con Technology Review México con
motivo de su reconocimiento, Munguía compartió que espera que la producción se
incremente a medida que aumente la penetración en el mercado, pues el problema
actual es el precio que duplica el de los productos derivados del petróleo.
Para el alumno del Campus Monterrey la respuesta a este dilema está en
la tecnología y en el aprovechamiento del desecho de la industria
agroalimentaria que reducen hasta la cuarta parte del costo de producción. “Pensamos
que es posible acercar el precio del bioplástico al del plástico convencional y
esperamos lograrlo en los próximos cinco años”, afirma.
Oportunidades para Michoacán
México es el primer productor y exportador de aguacate a nivel
internacional. Tres de cada 10 aguacates que se comen en el mundo, desde
Estados Unidos hasta Japón, son mexicanos y el Estado de Michoacán es el
principal productor de aguacate en México, el 85 por ciento de los aguacates
mexicanos se producen ahí.
Para Munguía, la tecnología desarrollada en el Tec de Monterrey supone
una ventaja importante para los pequeños negocios de la región que procesan
aguacate. Estas empresas no tendrán que pagar a terceros para que se lleven los
desechos sino que Biofase se encargará de recogerlos y reintegrarlos al sistema
productivo.
El profesor, investigador y director de estudios de posgrado en la
Escuela de Biotecnología y Alimentos del Tecnológico de Monterrey, Jorge Welti,
que es miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovadores
menores de 35 México, destaca que la empresa de Munguía “ha logrado generar 14
empleos y ofrecer una nueva forma de aprovechar los residuos de la industria aguacatera”.
Además, Welti destaca el hecho de que el equipo de Biofase “espera
generar un impacto en la región de Michoacán, que actualmente sufre de diversas
problemáticas sociales graves, a través de la incorporación de nueva
tecnología”.
Referencia
VIDA ESTUDIANTIL. INVESTIGACIÓN. AGENCIA INFORMATIVA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY. 24.06.2014
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