“El tema del liderazgo femenino
no es un tema de mujeres, es un tema de liderazgo”, declaró la Dra. María de
Lourdes Dieck Assad, decana de EGADE Business School, quien recordó que se debe
aprovechar la inversión en educación de mujeres, ya que el 50% del talento que
se está formando en México es femenino.
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La Dra. María de Lourdes Dieck Assad, decana de EGADE Business School,
participó el pasado 3 de julio en la charla Café con Líderes, moderada por el
Dr. Salvador Treviño Martínez, director nacional de Relaciones con Egresados
del Tecnológico de Monterrey, en el exclusivo Club Piso 51 de la Torre Mayor, en
la Ciudad de México.
Ante una selecta audiencia de 80 líderes empresariales, egresados de
EGADE Business School y directivos del Tecnológico de Monterrey, la Dra. Dieck
Assad dirigió la ponencia “Liderazgo femenino en la alta dirección”. En un
ambiente distendido, la decana charló con los presentes y compartió su visión
sobre el liderazgo femenino, partiendo de su experiencia vital y trayectoria
profesional en el ámbito académico, en puestos consulares y en la alta
dirección. Asimismo, reflexionó sobre las principales oportunidades y los retos
que enfrentan las mujeres profesionistas en México y ofreció consejos a las
mujeres que están empezando su carrera profesional.
Situación de la mujer mexicana
“En México y América Latina ha habido una gran evolución en el rol de la
mujer, ya vemos puestos de secretarias y subsecretarias políticas. Esperaría
que no falte mucho para ver una mujer presidenta en México, como tienen otros
países latinoamericanos”, declaró Dieck Assad.
Para alcanzar esta meta, recordó que se debe aprovechar la inversión en
educación de mujeres, ya que el 50% del talento que se está formando en México
es femenino. “Estamos empezando a educarnos como sociedades y se están
empezando a cambiar los elementos limitantes del desarrollo de la mujer a los
niveles de responsabilidad donde quiere estar”, dijo.
Conciliación familiar
Al hablar de su experiencia personal, la decana reconoció que la
circunstancia más importante que marcó su carrera fue el empeño de sus padres
en que todos los hijos, mujeres y hombres, estudiaran para sobresalir, todos
por igual. Por lo cual decidió estudiar un máster y después junto con su esposo
un doctorado.
Otra circunstancia que destacó es la importancia de escoger bien la
persona que será compañero de vida, porque su apoyo es necesario para salir
adelante, y compartir con ella la decisión de formar una familia para
compaginar la vida profesional y familiar. “Se trata de un acuerdo, aunque a
veces es uno de los dos quien guía a la pareja para seguir en la misma
dirección”, compartió.
No obstante, esta decisión no está exenta de renuncias, como recordó que
respondió Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI), a la pregunta de un periodista – ¿es posible, como mujer,
tenerlo todo? –: “Nadie puede tenerlo todo, ni los hombres ni las mujeres, hay
que tomar decisiones: ¿Cómo voy a balancear?... En alguna parte voy a tener que
renunciar a algo…”.
Vencer el miedo a liderar
La Dra. Dieck reivindicó que se debe “impulsar a la mujer para que no se
sienta menos, porque tiene la capacidad de alcanzar lo que se proponga: cómo
quiere su vida, cómo puede lograr ser feliz”.
Como ejemplo de la autoconfianza afirmó que hay estudios que demuestran
que las mujeres emprendedoras toman más riesgos y que las mujeres que reciben
préstamos son las que menos tasa de morosidad tienen. “La mujer trabaja y paga”,
destacó y añadió que el 60% de las mujeres mexicanas emprendedoras lo hacen
criando a los hijos a la vez.
La decana puso ejemplos de cómo fue superando sus retos, lo que le
permitió trabajar como embajadora de México en Bélgica, como representante de
México ante la Unión Europea (UE) y para el gobierno federal. “La política
pública fue una iluminación de mi experiencia, pero también un gran reto porque
en ese sexenio no habían muchas mujeres en política”, afirmó.
Un liderazgo diferente
A las preguntas de los asistentes sobre una mayor inteligencia emocional
de la mujer que la hace más empática con los problemas sociales, la Dra. Dieck
Assad respondió que lo importante es “saber escuchar las problemáticas de los
colegas, ser paciente y tratar de hacer algo al respecto, pero también
demostrar con hechos”.
Asimismo, destacó las características que hacen fuertes a las líderes
femeninas: “Buscan mayor consenso en sus negociaciones, fomentan procesos
democráticos para la toma de decisiones y despliegan actitudes incluyentes en
sus relaciones interpersonales, lo que les da mayor capacidad para la
conciliación y la resolución de conflictos, lo cual probadamente es una enorme
ventaja en el liderazgo responsable actual.”
“Hay estudios sobre los países escandinavos –observó— que demuestran que
cuanto más alta es la participación de la mujer en los cargos públicos hay
menos corrupción y más recursos destinados a la educación y la sanidad”. Y se
preguntó si México sería más feliz si hubiera más mujeres en puestos de
liderazgo.
Continuar aprendiendo
La decana de EGADE Business School hizo hincapié en que el liderazgo
femenino no es un tema de mujeres, sino de liderazgo, y que para continuar liderando
se necesita más educación.
“Tenemos que continuar aprendiendo toda la vida, en el trabajo y en la
familia; y en los puesto de más liderazgo, con más razón hay que seguir
aprendiendo”, destacó.
Y recordó las palabras de la CEO de Pepsico, Indra Nooyi quien dijo: “Lo
difícil no es llegar, lo difícil es seguir aprendiendo para continuar generando
valor para la organización”.
Por último, Dieck Assad animó a las mujeres a ser coaches de otras mujeres. “Tenemos la responsabilidad de trabajar
también para las mujeres que vienen detrás, sumar a más y más jóvenes a la
tendencia de ser líderes, sin importar su género sino solo su talento,
capacidades y competencias”.
Referencia
INSTITUCIÓN. NEGOCIOS. AGENCIA INFORMATIVA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY. COMUNICACIÓN
DE EGADE BUSINESS SCHOOL. 8.07.2014
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